Ubicada en la aldea de Los Nietos Viejos, La Cuadra emerge como un rincón especial en el conjunto habitacional de una casa familiar. En sus inicios, este espacio albergó animales como un establo, pero con el tiempo, evolucionó transformándose en una cochera, comedor, punto de encuentro, trastero y, posteriormente, en una sala de ensayos improvisada.

A pesar de sus múltiples adaptaciones, La Cuadra mantuvo su nombre original, un testimonio vivo de su rica historia. Conservar este nombre nos conecta con el pasado, permitiéndonos resignificarlo de manera positiva. Para nuestros abuelos, La Cuadra era el refugio de los animales, una fuente esencial para sus vidas. Hoy, para nosotros, representa un espacio donde alimentamos y cuidamos actividades que sustentan nuestros días.

Este antiguo establo familiar se ha convertido en un lugar dedicado al arte y la cultura. Aquí, entendemos la cultura como un espacio para el diálogo, la reflexión, la artesanía, la salud y el encuentro creativo con los demás. La Cuadra no solo forma parte de nuestra casa, sino que se abre hacia el pueblo, contribuyendo positivamente a la comunidad. En La Cuadra, celebramos la evolución de este espacio que, a lo largo del tiempo, ha florecido como un vibrante refugio para el arte y la cultura.